En el Quechua antigua existe el «Yanantin», un concepto que comrende el equilibrio entre lo masculino y lo femenino.
Entre la noche y el dia.
Entre el sol y la luna.
Entre Pachamama y los Apus.
Yanantin es la danza entre la materia y el espiritu.
Es abrir la yaga del dolor para transformarlo en una flor.
Una via de consecuencia al origen.
Ahi esta la mamita tejiendo la hebra de la memoria mientras el papacho coloca cuidadosamente esas piedras que construiran el refugio de la vida.
Tanto cariño en ese brote que maiz que un dia alimentara sus mesas en los tiempos de la cosecha.
Y ahi van….creciendo, alegriando, cuidando, llorando; sosteniendo el tiempo a su afan.
Aceptando el regalo de la vida.
Aceptando el desafio de danzarles juntos al destino, ahi donde Pachamama y los apus son los fieles testigos de su consagracion.
En el mudno moderno el amor remite muchas veces a un espejismo, a un sueño en el cual das solamente en cuanto recibes algo a cambio.
Un sueño en el cual solo vas mientras tu vuelo sea seguro y la caida bien amortiguada por los placeres efimeros de la vida.
Tanta ideologia que curar,
Tanta memoria que recordar para poder sostener un amor sin apegos,
Ese que nutre lo imperecero y da lo mejor de si.
Ese que cuida lo eterno y acepta lo inevitable.
Ese que se atreve a romper el velo ilusorio del espejo.
Yanantin es union…. union a lo trascendental en la nutricion de dos almas encantadas que eligen una via honorable al Buen Vivir.
Gracias a todos esos antiguos que nos siguen recordando las practicas sagradas del amor verdadero.
Haylli Pachamama!
Haylli Tayta Inti!
Haylli Mama Killa!
Jallalla!!!
